La curiosidad es ese motor que nos empuja a buscar más, a explorar territorios desconocidos y a desafiar los límites de lo posible. Desde La Tartana, vivimos cada proyecto con esa inquietud constante, y el OFFF Sevilla no pudo tener un lema más acertado: «Made for the curious». Este evento no solo fue un encuentro con grandes creativos, sino un recordatorio de que la búsqueda incesante de lo nuevo nos define como personas, como equipo y como industria.
Al adentrarnos en OFFF Sevilla, comprendimos que la creatividad no es un destino fijo, sino un viaje continuo. Un trayecto lleno de aprendizajes, conexiones y momentos que nos invitan a mirar el mundo desde ángulos inesperados.
Compartiendo ideas, enfrentando retos
En el corazón del evento surgía una reflexión compartida: no importa el tamaño de tu proyecto o el reconocimiento que hayas alcanzado, todos navegamos por las mismas preguntas. ¿Cómo enfrentamos la crítica constructiva? ¿Cómo lideramos equipos sin perder la chispa creativa?
En este sentido, el ejercicio de feedback en tiempo real presentado por BOL fue una revelación. Nos recordó que, aunque a veces el feedback pueda ser incómodo, también es una herramienta esencial para crecer como creativos y como profesionales. «Es fácil tener ideas, pero compartirlas y abrirse a la crítica exige una fortaleza que muchas veces olvidamos.»
Algo parecido debe pensar Birgit Palma, cuya presentación fue un canto a la colaboración y el apoyo mutuo en la industria creativa. En un mundo de individualidades, apostar por los demás enriquece nuestro trabajo y nuestra perspectiva.
Métodos que inspiran
Al observar cómo otros gestionan y dan forma a sus proyectos, entendimos que la organización también es una forma de arte. Collins fue un ejemplo claro de esto, con su sistema de branding basado en cuatro bloques que construyen un universo de marca auténtico y humano. Su enfoque, profundamente estructurado, no solo nos permitió reflexionar sobre la importancia de tener un método claro, sino también sobre cómo ese sistema puede ser la base para la innovación, logrando un equipo que viva y respire ser creativos, no sobreviva a ello.
Por su parte, Braw haus nos desafió con su enfoque disruptivo y su valentía empresarial nos recordaron que la creatividad es también un acto de riesgo: una constante búsqueda de nuevas formas de conectar con las emociones humanas a través de la tecnología y la búsqueda de talento. la verdadera innovación surge cuando rompemos los moldes y nos atrevemos a probar lo inesperado.
Reinterpretando el pasado, imaginando el futuro
Mientras algunos miran hacia atrás y ven un terreno ya explorado, otros, como Dedo Ciego, encuentran en lo tradicional un punto de partida para algo completamente nuevo. Su trabajo combina técnicas clásicas con enfoques contemporáneos, mostrando que lo clásico sigue siendo relevante cuando lo reinterpretamos desde nuevas perspectivas y es que lo clásico sigue teniendo un lugar en nuestra narrativa, siempre y cuando tengamos la valentía de actualizarlo.
En el otro extremo, Mayda Creative Co. nos mostró que la creatividad no tiene límites. Al integrar publicidad, cine, videojuegos y tecnología, desafían las fronteras entre disciplinas, recordándonos que lo esencial no es lo que hacemos, sino cómo conectamos con las personas a través de nuestras propuestas… o productos.
Un lugar para todos
Entre tantas historias y propuestas, hubo un mensaje que se quedó con nosotros: «siempre habrá un hueco para ti y el arte que tú tengas que enseñar«. El mensaje de Marta Zubieta, fue un llamado a no olvidar que, más allá de los logros técnicos o las grandes producciones, la creatividad es un espacio donde todas las voces cuentan. Un mensaje compartido por sus homólogos Antonio Uve y Coni Curi.
Una despedida inesperada
Y como en todo buen viaje, lleno de curiosidad, no faltó la sorpresa. Jan de Coster y sus robots nos hicieron reír y reflexionar sobre cómo la tecnología, por muy avanzada que sea, debe seguir siendo una extensión de nuestra humanidad. Una despedida a sus creaciones que marcó el cierre perfecto para un evento lleno de aprendizajes y momentos inolvidables.
La rueda sigue girando
El OFFF Sevilla fue mucho más que un evento; fue un espacio para conectar, explorar y reafirmar el valor de seguir buscando. Desde La Tartana, volvemos a casa con nuevas ideas, conexiones y la ilusión de seguir recorriendo caminos inesperados. Al fin y al cabo, la curiosidad no es solo un valor; es el motor que mantiene nuestra rueda en movimiento.